DECLARACIÓN
UNIVERSAL DE LOS DERECHOS DE LAS PLANTAS
Declaramos estar de acuerdo con los
siguientes principios y reglas:
Artículo 1. Declaramos por principio que las
plantas tienen el derecho a vivir, igual que los animales, libres de
explotación humana excesiva, sea en nombre de la ciencia o deporte, exhibición
o servicio, alimentación o moda. La meta principal es de evitar el riesgo de
extinción de cualquier especie. Una Naturaleza de vegetación sana favorece
tanto los humanos como los animales.
Artículo 2. Intervenir con todos los medios
para ayudar las especies en peligro de extinción.
Artículo 3. Proteger todos los lugares,
incluyendo áreas remotas, con vegetación endémica, desde selvas nubladas,
tepuyes y páramos, hasta playas, manglares y desiertos. Hay humedales muy
frágiles igual que zonas cubiertas de vegetación cercanas a las ciudades, que
deben ser protegidas.
Artículo 4. Proteger el mundo en desarrollo
que todavía tiene bosques tropicales contra el uso indiscriminado de equipo
mecanizado altamente destructivo, como las motosierras y aún las herramientas
de menor poder destructivo como los machetes. Procurar que haya legislación
contra la tala indiscriminada en esos países.
Artículo 5. No saquear los bosques de plantas
endémicas para coleccionistas y no comprar plantas que hayan sido sacadas del
bosque sino cultivadas; ni formar herbarios privados de plantas raras, algunas
en peligro de extinción.
Artíclo 6. Eliminemos todas las expresiones
despreciativas de las plantas: monte, mala hierba, maleza etc. Hay sinónimos
como subvegetación , plantas invasoras, etc. y sobre todo: cada planta tiene un
nombre, el llamado nombre científico, el cual consiste de el nombre del género
y de la especie y además se indica a que familia pertenece. Para eso hace falta
educación y respeto desde la infancia, la enseñanza primaria hasta el nivel
universitario. Así aprendemos a observar, comprender y querer las plantas
Artículo 7. Evitar la crueldad contra las
plantas, como podas inadecuadas, desmocha excesiva u otro procedimiento
imprudente que muchas veces pueden causar la muerte de la planta.
Artículo 8. Limitar y tratar de parar el
cultivo destructivo llamado tala y quema al consagrarse a las causas sociales y
ecológicas subyacentes.
Artículo 9. Evitar a toda costa el uso del
fuego. El fuego involucra el riesgo de propagarse a zonas de vegetación vecina
y dañar para siempre la biodiversidad y el clima de la región.
Artículo 10. Recomendar métodos no
degradantes como alternativas a la práctica de tala y quema, abandonar el uso
del fuego, reducir el monocultivo, cambiando las especies a cultivar y
conservar las bacterias que fijan nitrógeno como rhizobium y hongos como
micorrizas, etc. Pedir asistencia de los expertos en la agricultura.
Artículo 11. Fomentar el cultivo de plantas
alimenticias, medicinales, ornamentales y otras plantas útiles de todas clases
y protegerlas contra insectos y otros animales, de modo que no sufra en ningún
momento el ambiente.
Artículo 12. El botánico investigador debe
estar trabajando con personas que se dedican a cuidar las plantas vivas. Las
instituciones científicas, las universidades y los jardines botánicos deben
disponer de horticultores entrenados y con mucha experiencia en la propagación
de las plantas, que tomará en cuenta la factibilidad para el cultivo a otra
altitud y en un clima diferente, o creando el ambiente adecuado.
Artículo 13. Formar bancos de semilla y
germoplasma para el cuidado genético de las plantas y formar viveros en cada
región con su vegetación típica, no solo para el uso del hombre para su
aprovechamiento, alimentación o uso ornamental, sino para todas las plantas,
como si fuera un herbario vivo y mantenerlo cuidadosamente. Fomentar el
desarrollo de viveros en general.
Artículo 14. Procurar que haya continuidad en
el cuidado de las plantas, tanto en colecciones públicas como en las privadas
frecuentemente en cuidado de personas mayores de edad.
Artículo 15. Muchas semillas se pierden en la
Naturaleza que nosotros los humanos podemos ayudar a propagar y cultivar en
forma controlada.
Artículo 16. Aunque las plantas mismas tratan
de curar sus heridas y enfermedades, nosotros los humanos podemos intervenir
por ejemplo con selladores de heridas y fumigación. Hay expertos en esta
materia, igual que hay veterinarios para los animales, para mantener saludables
las plantas que nos rodean.
Artículo 17. Aplicar los principios y reglas
en la Convención para Combatir la Desertificación de las Naciones Unidas (CCD)
y proscribir la explotación incontrolada de madera para leña y el excesivo
pastoreo de animales.
Artículo 18. Usar preferiblemente abono
orgánico para el cultivo de las plantas. Las plantas muertas deben ser usadas
en compost en vez de quemarlas y árboles muertos dejados en su sitio como
habitat para otras especies.
Artículo 19. Plantas para el uso científico
pueden ser cultivadas en viveros especiales o en los jardines botánicos. Con la
ciencia moderna, sobre todo en la genética, hay una inmensa cantidad de
información escondida en las plantas, que pueden ser estudiadas en beneficio de
las mismas plantas y de los demás seres, incluyendo nosotros mismos.
Artículo 20. Tenemos que aprender a convivir
con las plantas y particularmente con los árboles que nos proporcionan tantos
beneficios. Los árboles significativos históricamente deben tener protección
especial.
Artículo 21. Tratar de eliminar las causas
que destruyen la capa de ozono. El deterioro de la capa de ozono es dañino al
ADN, la fotosíntesis, la polinización, la germinación y el crecimiento de las
plantas. Tratar de eliminar las causas del cambio climático. Ya ha sido
detectado un incremento en la temperatura ambiental con cambios climáticos
importantes e implicaciones a las plantas de alcance mundial.
Artículo 22. Facultar a los movimientos que
defienden las plantas de expresar su criterio y tener voto a nivel del gobierno
para que no siga la devastación del planeta. Podría además tener el respaldo de
una organización internacional que se ocupe de los derechos de las plantas y
que aplique el principio de "Reverencia a la Vida".
AVEPALMAS
CENTRO UNESCO
Organización en Defensa de las Plantas
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