Todos Santos es una celebración que se extiende por
todo el territorio boliviano. Su esencia está marcada por la llegada de los
ajayus o almas de los difuntos, para quienes los deudos preparan un buen
recibimiento que incluye la preparación de una variedad de masas como las
t'antawawas, bizcochuelos y panes con forma de escaleras, así como alimentos y
bebidas preferidos en vida por los difuntos.
La tradición señala que las almas llegan todos los
años, cada 1 de noviembre, a las 12 en punto, y se van de este mundo al día
siguiente a la misma hora. Muchas veces vienen encarnados en moscas u otros
insectos que se posan y dan vueltas encima de los alimentos del altar. Este día
la puerta debe permanecer abierta y se debe velar toda la noche.
Las familias se reúnen alrededor de la mesa de ofrenda
donde comen, beben, acullican (mastican coca), fuman y rezan. Durante la
vigilia los mayores cuentan sobre las aventuras que pasó el difunto cuando
estaba vivo, de rato en rato se sirven comidas y bebidas expresando: alma
purakaparux sirwt'asiñani (nos serviremos al gusto del ajayu).
La fiesta de Todos Santos marca en el calendario andino
el umbral del tiempo de jallupacha (de lluvias), cuyo carácter es esencialmente
femenino, es decir, tiempo de crecimiento de las plantas. Según relato del
cronista Waman Puma de Ayala, antiguamente los pueblos del mundo andino sacaban
a sus muertos de los denominados pukullos o bóvedas para darles de comer y
beber.
La t’ant’awawa: Representa a los ajayus de
los niños que murieron sin especificar el género.
La escalera: Sirve para que el “ajayu” baje del cielo (alax pacha) hacia el
altar y para ascender en su retorno. Esta representación tiene un principio de
unidad entre el cielo y la tierra.
Los caballos: Representan a los animales como medio de transporte de carga
que le ayudan al difunto a cargar lo que se lleva del mundo
material.
La cebolla con tallos: Representa a un manantial de agua para que el difunto emprenda
su viaje hacia las cumbres o nevados y calme su sed con el agua
que lleva en sus tallos.
La caña de azúcar: Le sirve para apoyarse en su cansancio en el camino del retorno.
Los suspiros y dulces en diferentes formas
sirven para darle alegría y dulzura a la mesa.
P’asanqalla : Representa a la coca destinada para los niños. Pero también se
distribuyen a los demás persona.
Frutas: Se ponen la frutas en la mesa para que cuando llegue el alma de deguste de
ellas.
Pan trenzado: Representa las trenzas de las niñas o mujer que ha dejado de existir cuando
el difunto es mujer se realiza en gran cantidad.
Pan corona: El pan corona representa a la corona de Cristo, es la conciliación
religiosa.
Cruz de pan: Representa la cruz en la que dio su vida Cristo.
Pan estrella: Representa a la primera estrella mayor que aparece en el cielo.
Pan luna: Representa a la luna y la noche.
Pan sol: Representa al sol y el día.
Vela: Desde los cirios hasta las velas sirve para iluminar el camino para que el
alma estas deben encenderse al medio día del viernes para que el difunto sepa
que, su familia lo espera.
Mantel: Se usa para cubrir la mesa. El mantel
negro en significado del luto, esto también significa que la persona que
falleció es adulta o casado(a). El mantel blanco se usa en la mesa de los
difuntos niños, jóvenes o personas que no se hayan casado, este representa la
pureza de la persona.
Galleta: Estas se realizan en diferentes figuras de acuerdo a la creatividad de la
persona, se las hace por ser un alimento seco y que puede durar como encomienda.
Empanada: Las empanadas se hacen para acompañar a los panes es parte de las masitas
que se preparan para el difunto.
Flores blancas: Se pone para el difunto niño(a) o soltero(a). Representa la pureza.
Flores a colores: Las flores de colores se ponen de acuerdo a la edad y el sexo normalmente
se pone para el difunto adulto y casado(a)
Guirnaldas y banderines: Elementos decorativos que representan la unión
en la familia y el nexo cercano con el ser que partió.
Guirnalda de colores claros: Representa a las almas adultas.
Guirnaldas de colores
oscuros: Representa a las almas menores.
Comida: Se prepara la comida de acuerdo a lo que le gusto al difunto en vida.
Bebida: Representa a las tradiciones antiguas donde los andinos
recordaban a sus difuntos con comida y bebida. Pero también sirve para tomar.
Pipocas de colores: Representa un adorno para variar la p’asanqalla destinado
específicamente para niños.
Paloma de pan: Representa a la paloma espiritual o espíritu santo.
Las cadenas: Significan la unión que debe haber en la familia. El retrato: Del recordado sugiere el ánima que nos visitará, pero este debe quedar escondido, de manera que solo pueda verse con un espejo, para dar a entender que al ser querido se le puede ver pero ya no existe.
Canastas de dulces: Se coloca para
que el alma trasporte las ofrendas.
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