El aparato
locomotor humano
Es el aparato que nos permite movernos y trasladarnos de un
lugar a otro (locomoción). Está constituido por el sistema esquelético y por el
sistema muscular.
Está compuesto por órganos diferentes
(huesos, músculos, articulaciones, tendones y ligamentos) que se asocian para
que podamos desplazarnos.
Sin él no podríamos movernos. Nuestro cuerpo
no tendría rigidez y nos derrumbaríamos en el suelo.
El
sistema esquelético. Es el responsable de
sostener el cuerpo, proteger los órganos vitales, servir de inserción a los
músculos y fabricar las células sanguíneas. Está formado por unos elementos
semirrígidos (los cartílagos),
unos elementos rígidos (los huesos),
y unos elementos flexibles que permiten la unión entre los huesos (los ligamentos) y entre los
huesos y los músculos (los tendones).
El
sistema muscular. Es el sistema que
realiza los movimientos gracias a la capacidad de contracción que tienen sus
células, las también denominadas fibras
musculares. Estas son alargadas, presentan varios núcleos y contienden
muchas miofibrillas contráctiles formadas por las
proteínas actina y miosina.
Las fibras musculares se unen y forman fascículos
musculares y estos, a su vez,
se unen y forman los músculos. Estos están recubiertos por un tejido
conjuntivo llamado perimisio cuya prolongación en los extremos del
músculo forma los tendones que sirven para unirlo a los huesos.
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