En un instante, la música es capaz de animarnos; nos despierta el espíritu de oración, de comprensión y amor. Nos despeja la mente y se sabe que nos hace más inteligentes.
La música es un espacio sagrado, es una catedral tan majestuosa que en ella podemos sentir la magnificencia del Universo, y es también una casucha tan sencilla que ninguno de nosotros puede conocer sus más profundos secretos. (Estraccto: El Efecto Mozart, Don Campbell)
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